Esta tarde, ¡ toca jardinar con Lily !
A la niña modelo le gusta todo lo que le gusta a Corinne, su mamá. Los vestidos, los tacones, el color rosa y... jardinar. ¿Por qué jardinar ? Porque en el jardin todo es delicado, colorido y divertido: el perfume de las flores acaricia el olfato, las mariposas invitan a la diversión, se puede apreciar la evolución de las plantas día tras día... En su piso del mediterráneo, madre e hija han decidido crear en el balcón un rincón para su huerto. El espacio es reducido, pero su cabecita rubia ya se imagina saliendo a cosechar... ¿Cómo resistirse al deseo de hacerla disfrutar ?
Lily es consciente de que lo que plante hoy, estará en su plato mañana. Después de unos momentos de reflexión, llega la respuesta. Serán rábanos, guisantes y... fresas silvestres Su mamá cede... Las fresas le parecen bien. El huerto también puede ofrecer algunos caprichos.
Sobre todo, hace falta color: rosa por supuesto ; pero también verde, naranja... A Lily le gustan todos los colores ácidos. De la parte "práctica" se encarga Corinne. Huerto redondo, macetas para colgar en el balcón y, sobre todo, jardineras lo bastante profundas como para obtener una buena cosecha.
Entonces, madre e hija retoman los libros para aprender a jardinar... Siguiendo las instrucciones de su mamá, Lily hunde las manos en la tierra. ¡Qué felicidad ! Semillas a 5 cm bajo tierra para una de las variedades, a 2 cm para otra... ¡Todo está listo ! Ahora, la ubicación. Los guisantes y los rábanos necesitan estar en semisombra; las jardineras irán cerca del ventanal. Por el contrario, las fresas silvestres quieren "sol, sol, sol", así que las colocamos en la barandilla.
Ha pasado un tiempo desde la sesión de jardinería y Lily está impaciente... Sin duda, los guisantes y las fresas necesitan varias semanas para la recolección, pero para los rábanos Corinne eligió una variedad precoz: 18 días. Y ahí están. Primera cosecha... Están crujientes. Una verdadera delicia.